Trump ha traido una de las mayores rebajas fiscales que se recuerdan, a la par que ha seguido incrementando el gasto público. Ya lo hemos comentado en otras ocasiones pero si el nivel de ingresos vía impuestos cae y los gastos se siguen incrementando, tal y como vemos en los dos gráfico siguientes, está claro que se genera una situación de incremento de déficit.
Este déficit viene a cubrirse con la emisión de deuda que necesita de un comprador que pueda absorberla, y aquí es donde puede llegar el problema. Por un lado, las políticas de ajuste actuales de la FED no permiten comprar deuda, al contrario, están soltando lastre en un intento de reducir su balance para llegar mejor preparados a la próxima recesión. Si este plan de «adelgazamiento» sigue el tempo correcto es otra cosa, habría que analizarlo en otro post. Por otro lado, venimos notando que los paises «extranjeros» también vienen reduciendo sus reservas, los bonos de EE.UU pierden atractivo de cara a los inversores internacionales. Vean el siguiente cuadro:
Y dentro del total extranjero, debemos ver el comportamiento que están teniendo las principales tenedoras, China y Japón y lo cierto es que están soltando lastre.
Reino unido y Arabia Saudí también están vendiendo bonos del Tesoro en los últimos meses, así que ¿quien queda para comprar deuda americana? Pues si nos fijamos en el gráfico 3 de nuevo, todo queda en casa, es el inversor nacional quien está incrementando posiciones , habría que preguntarse hasta que punto esta situación se puede mantener en el tiempo, ya que en la ecuación algo falla.