Y finalmente el Toro se dió la vuelta… y nos pilló

Y el Toro nos pilló… y no será por que no lo teníamos avisado pero así ha sido. Una pesadilla muy recurrente que tengo es que un toró se da la vuelta y me cornea. Ayer, como un mal sueño en una calurosa noche de verano, el toró se volvió… y nos corneó. Y con la cornada vimos de repente todos los índicios que ya habíamos adelantado y que me hacen decir ahora: sabia que iba a pasar.

Durante los últimos meses viendo como el mercado subia (me refiero al americano, claro está) hemos ido observando una serie de detalles que no terminaban de gustarnos. Cual personaje detectivesco, fuimos anotando y compartiendo con nuestros lectores ciertos detalles, algunos muy evidentes y otros en los que se hacia necesario escarbar un poquito más para dar con ellos:

1.- Divergencia con la renta variable europea. Mientras Wall Street comenzaba su cabalgada hacia los nuevos máximos, Europa agachaba la cabeza y comenzaba a dibujar lo que parecia ser el comienzo de un nuevo tramo a la baja. El dinero salia de Europa.
2.- Divergencia con los mercados emergentes. Conforme la reserva federeal de EE.UU reducía el balance y endurecía su política monetaria, los dólares comenzaban a retirarse del mercado de divisas, subiendo su cotización y dando un repaso a los paises emergentes. Argentina, Turquia, China, India han sido paises que lo han pasado y lo están pasando mal. Mientras tanto Wall Street seguía subiendo.
3.- El consumo cíclico se debilita. Nuestro spread xly/xlp mostraba comportamiento divergente desde el mes de junio. Aunque el XLY (cíclico) estaba haciendo un buen año, comenzaba a perder posiciones respecto al XLP(básico). La gente empieza a gastar más en consumo básico y las empresas de corte defensivo se comportan mejor.
4.- El siguiente en mostrar divergencias fue el ETF que usamos para «controlar» a las FAANG, el FDN. Las FAANG han sido el sector que ha liderado las subidas del mercado alcista de los útimos años. Sin embargo tras el techo de junio, el FDN comenzó a mostrar divergencias con los índices principales. De hecho, nuestra cartera C2 Ópera lo sacó fuera en el mes de julio. Las empresas que tiraban hasta el momento no lo estaban haciendo igual de bien. Facebook y Netflix nos lo confirmaron.
5.- Durante el verano, nuestro indicador de sorpresas económicas de EE.UU, se giró violentamente perdiendo mucho terreno del ganado durante el año. Lo que había sido un primer semestre de fortalezas a nivel macro, de golpe empezó a mostrar debilidad. En general, los datos macro publicados ofrecian un resultado peor a lo que el consenso esperaba.
6.- Otra divergencia. La pequeña y mediana capitalización se fue de vacaciones a finales de agosto… y no volvió. Durante septiembre los pequeños valores no empujaron, dejando la subida a cargo de las «large caps», aquellas que tienen cortado el grifo de recompra de acciones a partir del 15 de septiembre.

Y con este caldo de cultivo llegamos al mes de octubre, el mes de los grandes Crash. Un mes que estacionalmente ha sido positivo y en el que este año muchos analistas aventuraban alzas históricas. La estacionalidad de la teoría del ciclo presidencial estadounidense estaba a nuestro favor. Y el mes comenzó en zona de máximos en todos los índices, salvo en el Russell2000. Mientras todos apostábamos por los nuevos máximos, la pequeña y mediana capitalización se dirigía de cabeza hasta su media de 200 sesiones, a la que cortó como si fuese mantequilla. Otro indicio más de que las nubes traían agua.
El primero en avisar fue el Nasdaq100, el mismo dia 1 hizo máximo y patrón de giro en una resistencia  (nuestros SORs anuales). El siguiente fue el Dow Jones de industriales, el día 3 hizo máximo con pinbar diario incluido, sin ser capaz de llegar a la siguiente cota, era signo de debilidad. Las velas de los días posteriores nos avisaron de que la cosa no iba bien encauzada. El SP500 se acercó pero no pudo hacer nuevos máximos y por dos veces falló en su intento de alcanzar el nivel que teníamos en el 2948. Se quedó lateralizando en zonas de máximos de primeros de año.
No habia fuerza, desde nuestro apartado diario «apertura de mercados» advertíamos día si y día también que los datos de amplitud de mercado que manejamos no «eran compatibles» con los máximos que íbamos alcanzando. No podia ser que estuviésemos tan arriba mientras el 60% de los valores estaban por debajo de sus medias de medio plazo.
En medio de esta euforia americana nos encontrábamos con el debilitamiento de las bolsas europeas tras la minicrisis iniciada por Italia, con los bonos americanos alcanzando niveles que ya hacen pensar a más de un gestor de fondos, en pleno periodo de blackout de recompra de acciones y china de vacaciones «bursátiles» para abrir una semana más tarde con caidas del 5%. Con todo esto, aparece Trump y mete más leña al fuego con «sus» guerras comerciales y sus declaraciones poco menos que incendiarias.
Y con estas el toro nos pilla… y nos da una buena cornada. Por que aún siendo conscientes de todo lo comentado, nosotros seguimos comprando y vendiendo, pensando que los soportes, las lineas de tendencia y los fibos aguantarán y darán nuevas entradas. Y el mercado es tan traicionero que las da. Pero en esta ocasión apareció el riesgo de cola, ese que se da apenas un 1% de veces al año, y nos vuelve a dar de nuevo con el mazo  para bajar la euforia de un buen año.
Y ¿ahora qué?. Pues a seguir la tendencia, ni más ni menos…

P.D.- Benditos Stop Loss.

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